CARDIOPATÍA ISQUÉMICA
IMC, una medida imperfecta para la evaluación de nuestros pacientes
Autor: Javier Ángel Rodríguez Calvillo (Médico especialista en Medicina Familiar y Comunitaria, CS Sangonera la Verde, Murcia)
Fecha de publicación: 16/05/2023
Categoría: Controversia
3 minutos
Este post incluye opiniones de su autor. Las partes del texto subrayadas contienen enlaces a la evidencia científica en la que se sustenta.
No todas las medidas que utilizamos en medicina son las más adecuadas para establecer diagnósticos o terapias. Con el tiempo, la investigación científica va cuestionando algunas de ellas, como la medición del déficit de hierro que usamos en insuficiencia cardiaca (que podría subestimar los casos susceptibles a terapia) o la fórmula de medición indirecta del c-LDL de Friedewald.
Entre las medidas que se cuestionan desde hace años, está el índice de masa corporal (IMC: peso kg/altura en m2).
En mayo de este año se ha publicado en Annals of Internal Medicine, un artículo que analiza los retos actuales en el manejo de la obesidad, enumerando hasta 6 problemas principales, entre ellos el IMC.
Algunos de los principales problemas del IMC son:
Difiere según el sexo, el origen étnico, el tipo de cuerpo y la masa muscular. De hecho, el punto de corte para considerar un IMC saludable (aquel que va desde 18,5 hasta 24,9) difiere según etnia.
No se trata de una medición directa de la adiposidad, aunque se esté usando como una aproximación al concepto de adiposidad. Pero el IMC no es capaz de distinguir entre masa muscular y grasa.
Esto debería llevarnos a buscar alternativas para valorar de forma más adecuada la obesidad, la adiposidad y su distribución corporal. Pero no siempre es fácil, además, resulta complicado sustituir sistemas de medición con tanto arraigo (inercia). Las herramientas de medición deben ser sencillas para aplicarlas con facilidad y lo más fiables posibles. Sin lugar a duda el IMC es sencillo, pero parece que una medición muy imperfecta.
Existen sistemas para una mejor medición de la adiposidad que el IMC, aportando información sobre la adiposidad central, como la medición de la relación cintura-altura (waist-to-height ratio -WHtR-), que es la relación entre la circunferencia de la cintura medida a nivel del ombligo y la altura, y que se recomienda por la NICE en los pacientes con IMC < 35 kg/m2. Esta medición no es sencilla, y debe hacerse siempre igual y en el mismo lugar, además, no diferencia entre la grasa subcutánea visceral y la abdominal (con diferente significado en relación con el riesgo cardiovascular).
Recientemente se ha publicado un análisis post-hoc (retrospectivo) del estudio PARADIGM-HF, estudio que demostró la superioridad del fármaco dual sacubitrilo-valsartán en comparación con los IECAS en los pacientes con insuficiencia cardiaca (IC) con fracción de eyección reducida.
Este análisis post-HOC pretendía buscar una explicación a la conocida como “paradoja de la obesidad” en pacientes con IC (el peso elevado es un factor de riesgo para el desarrollo de IC, pero un IMC más bajo se asocia a mayor mortalidad y morbilidad en los pacientes con IC). Este subanálisis nos dice que usando herramientas de medición de la obesidad central (como el WHtR) se desmontaba la paradoja de la obesidad en IC. El estudio valoró la obesidad central de los pacientes con mediciones como el WHtR y concluyó que se asociaban a una mejor predicción del riesgo de hospitalización por IC en comparación con la IMC.
En base a ello se debe plantear un cambio en la valoración de la adiposidad de nuestros pacientes, entendiendo que la valoración de la composición corporal es individual y el IMC debe sustituirse/complementarse por otras herramientas de medición. Quizá las técnicas de imagen (TC y RNM) sean las formas de análisis más adecuado para conocer la distribución de la adiposidad y su relación con el riesgo CV, aunque actualmente son costosas (y con riesgo de radiación en el caso de la TC), y necesitan de estudios que avalen una mejor capacidad predictiva. Hasta entonces, no usemos solo el IMC.
Ilustración 1. IMC y limitaciones
Referencias
Eur Heart J. 2023 Apr 1,44(13):1136-1153 Disponible en Open Access