Este post incluye opiniones de su autor. Las partes del texto subrayadas contienen enlaces a la evidencia científica en la que se sustenta.

Vivimos en un mundo cada vez más tecnológico, con un número cada vez mayor de dispositivos electromagnéticos. Pero ¿pueden interaccionar con dispositivos implantados intracardiacos y resultar peligrosos para la salud?

Afortunadamente la investigación intenta dar respuesta a estas dudas, tal y como comentamos en otro post de CARPRIMARIA sobre la interacción entre dispositivos intracardiacos implantados y dispositivos electrónicos portátiles tipo móviles o lápices electrónicos.

Los gobiernos van estableciendo políticas para la lucha contra el cambio climático, como las relacionadas con la sustitución de los automóviles de combustión por automóviles con motores eléctricos. Por tanto, los usuarios tendrán que usar cargadores eléctricos y exponerse a sus campos magnéticos. La cuestión es: ¿estos campos pueden interferir con los dispositivos intracardiacos electrónicos implantados?

Aunque se considera que los campos magnéticos de los cargadores son de baja magnitud, los rápidos (que se están extendiendo en el marcado) generan campos mayores y podrían crear interferencias con los dispositivos electrónicos intracardiacos, por lo que es necesario aclarar esta cuestión.

Se ha publicado en el Europace un estudio que incluyó un total de 130 participantes (79% hombres), con una edad media de 59 años, con dispositivos intracardiacos implantados electrónicos (marcapasos, desfibriladores, y terapia de resincronización) de 6 fabricantes diferentes, excluyendo los dispositivos intracardiacos con poca durabilidad de su batería, dispositivos con problemas de funcionamiento y dispositivos antiguos.

Los participantes utilizaron cargadores de alta potencia con vehículos eléctricos. Se realizaron mediciones de campos magnéticos y de interferencias, además se interrogaron los dispositivos intracardiacos implantados después de realizar las cargas eléctricas de los vehículos.

Los resultados fueron concluyentes, no hubo ninguna alteración en el funcionamiento de los dispositivos cardiacos electrónicos implantados. Por tanto, el uso de estaciones de carga eléctrica de alta potencia (las que presentarían campos magnéticos con mayor riesgo de interferencia) parece seguro. Eso sí, los autores consideran que el bajo número de dispositivos incluidos de cada tipo (puesto que se utilizaron muchos modelos distintos, pero en número bajo) no puede excluir completamente el riesgo de interferencia, y nos recuerdan que los dispositivos intracardiacos electrónicos no han sido evaluados.

En base a todo ello y a la información que conocemos sobre las interferencias con otros dispositivos móviles(asociado a la falta de estudios sobre interferencias de nuevas tecnologías que se van implementando en el ámbito de la carga eléctrica de automóviles), parece sensato  mantener una actitud precavida y recomendar a nuestros pacientes portadores de dispositivos intracardiacos que minimicen el tiempo de exposición a los cargadores de vehículos eléctricos (no aplicable para dispositivos antiguos).