
CARDIOPATÍA ISQUÉMICA
¿Deberíamos pautar la semaglutida en el paciente DM2 con enfermedad arterial periférica?
Autor: Marcos García Aguado (Cardiologo clínico del Hospital Universitario Puerta de Hierro de Majadahonda, Madrid
Fecha de publicación: 2/4/2025
Categoría: Novedades



3 minutos
Este post incluye opiniones de su autor. Las partes del texto subrayadas contienen enlaces a la evidencia científica en la que se sustenta.
“Los pacientes con enfermedad arterial periférica sintomáticos ven afectada de forma significativa su calidad de vida. El estudio STRIDE muestra una importante mejora sintomática con semaglutida en pacientes con enfermedad arterial periférica y diabetes mellitus tipo 2”
Los análogos GLP-1 siguen conquistando nuevos territorios clínicos. La semaglutida ha demostrado beneficios en los pacientes con enfermedad arterial periférica (EAP) en el ensayo STRIDE, presentado en la reunión anual de la American College of Cardiology (ACC) celebrada en Chicago (EE. UU.).
ENFERMEDAD ARTERIAL PERIFÉRICA
La EAP es una patología prevalente de origen ateroesclerótica que afecta a más de 230 millones de personas en el mundo. Los pacientes con diabetes mellitus suelen desarrollar enfermedad ateroesclerótica y cardiovascular, siendo la EAP la manifestación más frecuente.
Pero la EAP es difícil de manejar, con pocas opciones terapéuticas para aliviar los síntomas y mejorar la calidad de vida de los pacientes que la sufren.
Se trata de un ensayo multicéntrico realizado en América del Norte, Europa y Asia. Incluyó un total de 792 pacientes con EAP y diabetes mellitus tipo 2 (DM2) con clínica de claudicación intermitente. Se crearon dos brazos, uno con placebo y otro con semaglutida de 1 mg subcutánea. El seguimiento fue de 57 semanas con evaluaciones funcionales a la semana 26, 52 y 57.
CARACTERÍSTICAS BASALES DE LA POBLACIÓN DEL ESTUDIO
La media de edad fue de 67 años y el 75% fueron varones.
El 60% aproximadamente tenía un índice de masa corporal (IMC) < 30 kg/m2, de hecho, la mediana fue de 28 Kg/m2, incluyéndose pacientes con normo peso.
Más de la mitad de los pacientes padecían DM2 de más de 10 años de evolución.
La EAP estaba clasificada como Fontaine clase IIa y la distancia máxima recorrida en cinta con inclinación del 12% fue de 185 metros (se considera que un paciente normal sano recorre una distancia normalmente es superior a 800 metros).
Más del 80% de los pacientes tomaban estatinas y los niveles basales de LDL medios fueron de 69 mg/dl. La mayoría de las pacientes tomaba anticoagulante o antiagregante plaquetario.
El valor basal medio del Cuestionario de Calidad de Vida Vascular indicaba un deterioro de grado moderado o grave.
RESULTADOS
El objetivo principal fueron los cambios en la distancia máxima recorrida respecto a basal medida mediante una cinta sin fin de carga constante con inclinación del 12%. Los pacientes del brazo con semaglutida presentaron una mejoría significativa en comparación con placebo (con RR de 1,13 con P=0,0004), es decir, podían caminar una media de 40 metros más y una mediana de 26 metros más (partían de una mediana de 185 metros basales). Por tanto, el grupo con semaglutida mejoró un 13% la distancia media a caminar y un 11% la capacidad de caminar sin dolor, sin diferencias relacionadas con la edad, sexo o glucemia. Los pacientes con IMC normal también mostraron beneficios. Se observó que el 54% de los pacientes con semaglutida presentaban menor progresión de la EAP, por tanto, la terapia de rescate con medicación o revascularización se reducía de forma significativa.
La pérdida de peso media fue de 4 kilogramos con semaglutida.
Se evaluaron criterios secundarios como la distancia recorrida sin dolor, los síntomas y la calidad de vida (QoL) y la semaglutida mostró mejores resultados que el placebo. El índice tobillo-brazo también mejoró significativamente en el grupo semaglutida.
Estos beneficios se mantuvieron durante el tiempo de seguimiento. Al año, las curvas divergían a favor de la semaglutida lo que presupone un beneficio a más largo plazo.
No hubo diferencias significativas entre semaglutida y placebo en eventos adversos graves (no se observaron casos de pancreatitis), con más efectos gastrointestinales en el brazo a tratamiento con el ar-GLP1.
EVALUACIÓN DE EVENTOS CARDIOVASCULARES
El estudio no fue diseñado para evaluar eventos cardiovasculares pero un análisis post-hoc exploratorio observó resultados prometedores: los eventos cardiovasculares y la muerte se redujeron a la mitad con semaglutida en comparación con placebo.
CONCLUSIÓN
Este estudio ha sido considerado por profesionales vinculados a la valoración y tratamiento de la EAP como muy positivo: la semaglutida se establece como la primera terapia beneficiosa en el alivio sintomático del paciente con EAP y DM2 en años.
No se conoce el mecanismo de acción exacto de los beneficios de la semaglutida, aunque se cree que podrían estar relacionados con la reducción de inflamación asociada a los ar-GLP1. No debemos olvidar que la inflamación está muy implicada en los problemas vasculares de pequeño vaso, es decir, los protagonistas en este tipo de EAP.
Se considera que estos hallazgos obligan a modificar nuestra práctica clínica estableciendo a la semaglutidainyectada subcutánea como primera opción terapéutica en pacientes con DM2 y EAP, incluso ¿con IMC normal?
¿Y en los pacientes con EAP y sin diabetes mellitus? Los estudios con semaglutida en pacientes con IMC elevado sin diabetes mellitus mostró beneficios cardiovasculares y renales, lo que ¿podría servir de argumento para plantear su uso en pacientes sin diabetes mellitus y EAP?

Ilustración 1. Resumen características basales estudio STRIDE. CARPRIMARIA