La incidencia de la parada cardiorrespiratoria (PCR) a nivel extra-hospitalaria en Europa se cifra en 67 a 170 casos por cada 100000 habitantes. La supervivencia al alta hospitalaria es baja, cifrándose en un 8%. El uso de los desfibriladores automáticos externos (DEA) sigue siendo bajo en Europa, con un promedio del 28%.

Las últimas guías sobre reanimación cardiopulmonar (RCP) europeas de 2021 inciden en la importancia de priorizar el masaje cardiaco frente a la respiración, tanto en la RCP básica como en la avanzada.

A nivel de la RCP básica, podemos resumir las siguientes recomendaciones:

• Es fundamental no perder tiempo, en caso de duda, iniciar la reanimación. ¡¡El tiempo es oro!!

• Realizar de inmediato la llamada a los servicios de emergencia, si es posible, mientras se realiza la RCP (usar teléfono manos libres). Si no es posible, realizar primero la llamada y luego iniciar la RCP.

• La compresión torácica es la base de la RCP, debe iniciarse inmediatamente. Debe ser de alta calidad, en la mitad inferior del esternón. Comprimir para alcanzar una profundidad de 5-6 cm. La velocidad de compresión es de 100-120 por minuto. No interrumpir las compresiones. Hay que recordar que la reanimación debe realizarse con el paciente tumbado sobre una superficie firme.

• La relación compresiones / respiraciones es de 30:2, pero se prioriza siempre el masaje, incluso si es necesario, se prescinde de las respiraciones.

• La pandemia por la COVID19 ha llevado a una serie de recomendaciones para pacientes en los que el diagnóstico esté confirmado o se sospeche, prescindiendo de las respiraciones y centrándose solo en el masaje cardiaco.

• Nunca debemos olvidar el DEA para detectar si estamos ante un ritmo desfibrilable, y si es así, seguir las instrucciones del dispositivo (debemos parar las compresiones).

La supervivencia de la PCR es muy baja. Debemos actuar con inmediatez y priorizar el masaje cardiaco por encima de las respiraciones.