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CARDIOPATÍA ISQUÉMICA

Estudios AHA 2023: DAPA-MI y ORBITA 2

Autor: Javier Ángel Rodríguez Calvillo (Médico especialista en medicina familiar y comunitaria. CS Sangonera la Verde. Murcia)

Fecha de publicación: 13/11/2023

Categoría: Novedades

3 minutos

Este post incluye opiniones de su autor. Las partes del texto subrayadas contienen enlaces a la evidencia científica en la que se sustenta.


DAPA-MI

El estudio se ha publicado durante el congreso de la Asociación Americana del Corazón (AHA) celebrado en Filadelfia. Un total de 4017 pacientes procedentes de registros europeos (Suecia y de Reino Unido) con infarto agudo de miocardio y deterioro de la función sistólica del ventrículo izquierdo o un infarto con onda Q, pero sin insuficiencia cardiaca ni diabetes mellitus (DM), näive para iSGLT2, hemodinámicamente estables, se incluyeron durante el periodo correspondiente a los 10 primeros días del infarto, y se asignaron de forma aleatoria a recibir dapagliflozina 10 mg diarios añadido al tratamiento estándar vs  placebo.


El estudio no ha tenido la potencia estadística suficiente para analizar la mayoría de sus criterios objetivo. Por tanto, lo que podemos concluir es que necesitamos estudios aleatorizados con mayor tamaño muestral para valorar adecuadamente el papel de la dapagliflozina en este tipo de pacientes, pero si se puede confirmar su seguridad en esta situación clínica.



ORBITA-2

Uno de los temas controvertidos en el ámbito de la cardiología es saber cuál es la mejor terapia para el control de la angina en pacientes con enfermedad coronaria crónica estable: ¿optamos por el intervencionismo coronario percutáneo o por el tratamiento farmacológico?


La evidencia científica disponible hasta ahora no era capaz de responder a esta pregunta, con estudios observacionales que apoyaban la revascularización para el control de los síntomas, y con el estudio ORBITA, aleatorizado, que no mostró beneficios con la revascularización (aunque el estudio solo se centraba en la enfermedad coronaria de un vaso, no requería la demostración objetiva de isquemia de la lesión supuestamente responsable y tuvo un periodo corto de seguimiento de 6 semanas). Conclusión, no hay evidencia clara porque los estudios observacionales solo pueden considerarse generadores de hipótesis, y el estudio ORBITA no apoya la revascularización, pero presenta deficiencias.


El estudio ORBITA-2 arroja más luz sobre este tema. Incluyó 439 pacientes, 151 aleatorizados a ICP (intervencionismo coronario percutaneo) y 150 al brazo control. La duración del estudio fue de 12 semanas. El objetivo principal fue la angina, valorándola con un sistema de puntuación que tenía en cuenta la gravedad de los síntomas y la necesidad de medicación antianginosa. El estudio concluyó que la revascularización percutánea coronaria de los pacientes con enfermedad arterial coronaria estable con clínica de angina y con estenosis coronarias significativas (80% enfermedad de un vaso) asociadas a isquemia, reducía la frecuencia de angina pectoris, además, mejoraba la capacidad de ejercicio (medida por medio de la cinta sin fin), y la calidad de vida (medida por el cuestionario EQ-5D-5L y el cuestionario SAQ), ambos objetivos secundarios, en comparación con placebo. Los beneficios fueron inmediatos y mantenidos durante las 12 semanas de duración del estudio. Ahora bien, el 59% de los pacientes continuaban con algún síntoma de angina tras el revascularización percutánea.



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Ilustración 1. Resumen estudio ORBITA-2. Adaptado CARPRIMARIA

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