Los iSGLT2 están ampliando en la investigación sus campos de acción en el ámbito cardiovascular. La empagliflozina y la dapagliflozina han demostrado su eficacia en todo el rango de insuficiencia cardiaca (IC), independientemente de la fracción de eyección y de la presencia o ausencia de diabetes Mellitus (DM) tipo 2, y también lo han demostrado en insuficiencia renal crónica.

Así, se han consolidado como fármacos de primera línea en IC e insuficiencia renal. También como fármacos para prevenir el desarrollo de IC en los pacientes con DM tipo 2.

Ahora aparece crece la evidencia científica (ya disponíamos de subanálisis del DECLARE-TIMI 58 con dapagliflozina y un metaanálisis publicado en 2020) que muestra beneficios a nivel de reducción de incidencia de fibrilación auricular (FA).

Un estudio recientemente publicado, analizó la incidencia de FA en pacientes con DM tipo 2 y edad > 65 años. Se analizaron los datos de pacienes comparando iSGLT2 vs ar-GLP1 y iSGLT2 vs iDDP4. 80475 pacientes iniciaron terapia de iSGLT2 o ar-GLP1, y 74868 pacientes con inicio de iSGLT2 o iDDP4. El 8-9% tenían IC, un 77-80% tomaban metformina y un 20-25% recibían insulina.

El objetivo principal del estudio fue la hospitalización por FA, con un 18% menos de incidencia entre los pacientes que iniciaron iSGLT2 en comparación con iDPP4 con una mediana de seguimiento de 6.7 meses, y un 10% menos en comparación con aquellos que recibieron ar-GLP1 con una mediana de seguimiento de 6 meses. Estos datos fueron consistentes entre todos los subgrupos (edad, sexo, enfermedad ateroesclerótica, IC.

No debemos olvidar que la FA es una arritmia con morbimortalidad muy significativa en relación con sus eventos cardioembólicos, por tanto, imprimiendo un empeoramiento del pronóstico de nuestros pacientes. Hay datos que indican que los ácido grasos Omega 3 aumentarían la incidencia de FA, al igual que el alcohol, como ya informamos en CARPRIMARIA.