ARRITMIAS
Ancianos y fibrilación auricular
Autora: Ana Suero
Fecha de publicación: 23/09/2021
Categoría: Controversia
3 minutos
La fibrilación auricular (FA) es la arritmia más frecuente en el paciente anciano. Su incidencia aumenta con la edad, alcanzando el 18.2% de los > 85 años.
Los pacientes ancianos tienen un riesgo mayor de evento embólico y también mayor riesgo hemorrágico con los tratamientos anticoagulantes. La edad es un factor de riesgo para la FA.
El artículo referenciado hace hincapié en la importancia de anticoagular adecuadamente a los pacientes ancianos, es decir, realizar una valoración integral del anciano frágil, puesto que la decisión de anticoagulación en este grupo poblacional no debe basarse únicamente en las escalas CHA2DS2VASc.
Se recomienda una valoración geriátrica integral, por tanto,trabajar para desarrollar una medicina multidisciplinar que incluya a los servicios de geriatría, cardiología y atención primaria. En el Hospital Puerta de Hierro de Majadahonda contamos con un programa de cardiogeriatría, y con una comunicación directa con atención primaria por medio de “econsulta” para valorar este tipo de pacientes.
En base a ello, se recomienda, antes de la prescripción de anticoagulantes orales (ACO) en pacientes ancianos, realizar:
una valoración funcional mediante la estimación del índice de Barthel (IB) y en aquellos pacientes con IB alto, complementar el estudio con la escala de valoración de fragilidad SPPB;
una valoración cognitiva, clasificando al paciente según la escala GDS, recordando que la demencia no es motivo, por sí mismo, de contraindicación de la anticoagulación. Si la escala arroja un grado de deterioro cognitivo GDS 6/GDS 7, se debe considerar la no anticoagulación (valorando otros criterios como la esperanza de vida, adherencia terapéutica, beneficio del tratamiento…);
una valoración nutricional a través de la escala MNA-SF (las recomendaciones actuales de tratamiento con ACOD tienen en cuenta el peso del paciente, Apixabán y Edoxabán incluyen el peso como criterio para ajuste de dosis), junto a una valoración del riesgo de caídas (en los últimos años diferentes estudios desmienten aumento de riesgo hemorrágico en estos pacientes), valoración de la polifarmacia, de los síndromes geriátricos y de los medicamentos más adecuados a través de los criterios STOP-START.
Ilustración 1. La importancia de la valoración integral del paciente anciano frágil
Referencias
Rev Esp Geriatr Gerontol. Nov-Dec 2018;53 (6):344-355